martes, 24 de febrero de 2009

A los camioneos de Ecos del Rocío

Aquella noche llovía
Y parao en el arcén
Un camionero decía
Mare mía ayúdame
Que llevaba en el cristal
A una Virgen le rezaba
Con las manos engrasas
Y en el asfalto esperaba
Una goma reventá
En su duro caminar
Le ayudamos a seguir
Llegando a considerar
Que a veces tanto sufrir
No está pagao por na
Por la gente de la radio
Que tu mujer y tus niños
Esta copla dedicá
Y aquí tienes cuatro amigos
Bájame con un cantar

A las claritas del día
Esperan para descargar
Es temprano todavía,
Nos tenemos que parar
Mi niño como estará
Se ha quedao el otro día
Con la frente destempla
Quédate a la vera mía
Y no me pude quedar
No me paro de acordar
El mío cuando nació
Yo en ruta de madrugá
Y en la cama del camión
Me jartaba de llorar
Con la gente de la radio
Que tu mujer y tus niños
Esta copla dedicá
Y aquí tienes cuatro amigos
Bájame con un cantar

Por culpa de la bebida
La carretera es mortal
Donde se juegan la vida
Me la tengo que buscar
Prohibido adelantar,
Un stop, un ceda el paso
Una curva muy cerrá
Quizá por culpa de un vaso
Una vida que se va.
Y te tienes que montar
Camionero a tu carril
A veces sin descansar
Me carga y ya estás aquí
Que hay que volver a cargar
Con la gente de la radio
Que tu mujer y tus niños
Esta copla dedicá
Y aquí tienes cuatro amigos
Bájame con un cantar

Atento a la carretera
Compañero sin igual
La luz y tu mano izquierda
Pa ayudarle a los demás
Al amparo de un café,
Mano firme en el volante
Una venta pa comer
Entre cambios de rasante
Media vida se te fue
Cuando vuelves a tu hogar
Ellos se abrazan a ti
Y se te nota que estás
Con tu camión tan feliz
Que no lo cambias por na
Con la gente de la radio
Que tu mujer y tus niños
Esta copla dedicá
Y aquí tienes cuatro amigos
Bájame con un cantar.

(Dedico esta canción a mi padre y compañero que se que le encanta)

Lucio

En ruta (El sueño inglés)


4:21 de la madrugada, en una estación de servicio de Marck (Francia). Acababa de despertarme, en media hora teníamos que continuar nuestro camino hacia un pequeño pueblo de Normandía. Hacía un frío espantoso, así que me abroché la cazadora hasta arriba y me coloqué mi gorro de lana. Sentado en mi asiento, aguardé a que mi compañero terminase de colocar sus cosas en el neceser y coger su cartera, cuando oímos un sonido metálico delante de la cabina de nuestro camión. Aparté un poco la cortina que cubría el cristal y quedé atónito: el camionero que permanecía estacionado delante nuestra había abierto las puertas de su semirremolque y de él salieron un total de 14 personas. Cubiertos con mantas, temblando por el frío, débiles. Nunca había visto algo así, mi asombro era tal que no acertaba a encenderme el cigarro que pretendía fumar. Una vez conseguido bajamos de la cabina y continuamos observando la triste escena.
Apuraba mi pitillo mientras mi compañero revisaba nuestros cierres en el semirremolque y el interior de este, cuando uno de estos hombres, cubierto con una manta hasta la nariz se me acercó y, mientras tiritaba, me pidió un cigarrillo. Con gustó se lo dí.
Ya dentro del bar, tomando un café bien cargado, mi compañero me contó que hacía algún tiempo varios habían intentado incluso atravesar el túnel del tren subacuático del Canal de la Mancha a pie y varios casos más. Él lleva 20 años en la carretera, yo tan sólo 2 meses. Se ve tanto fuera y se aprende tanto...
Todas las teorías se rompen cuando ves cosas así. No aciertas a alcanzar un "por qué", aunque lo sabes de sobra: "un sueño de vida mejor". En Europa, al parecer, ese destino es Inglaterra.

Dejo ahí el tema para que vosotros opinéis...

Un fuerte abrazo y cordial saludo

Lucio